miércoles, 2 de diciembre de 2009

El quinto punto: La SGAE manda.


Todavía no salgo de mi asombro de cómo se hacen las cosas en democracia, en el siglo XXI y de cómo actua un gobierno que se supone de izquierdas y socialista.


El gobierno de España en su paquete de medidas de "economía sostenible" nos la ha colado sin avisar, con nocturnidad y alevosía. Digo esto porque ni en la rueda de prensa donde se anunciaban los principales puntos ni en la página, ni en el pdf oficial de moncloa donde se anuncia la ley decía nada de que se iba a tratar el tema de la propiedad intelectual. Fue la noche del pasado 30 de noviembre cuando el gobierno mandó un pdf a los medios de comunicación con todos los puntos donde aparecen ciertas modificaciones de la ley de servicios de la sociedad de la información (LSSI), la mañana de el 1 de Diciembre los medios lo denuncian y los (pobres) ciudadanos nos enteramos.

Estas modificaciones de la LSSI autoriza los "organos competentes" a cortar internet a un usuario que se descargue material con copyright o a cortarselo a los proveedores, las webs, que distribuyan material con copyright.

Hasta ahora por ley te pueden cortar internet por 4 cosas:
  • la salvaguarda del orden público, la investigación penal, la seguridad pública y la defensa nacional.
  • la protección de la salud pública
  • El respeto a la dignidad de la persona y al principio de no discriminación
  • La protección de la juventud y de la infancia.
Ahora se introduce un quinto punto por el cual te pueden restringir el acceso:
  • Salvaguarda de los derechos de propiedad intelectual.

Con esto se otorga a los "órganos competentes" (digamoslo sin eufemismos, a la SGAE) la capacidad para requerir a los operadores los datos -y la obligación de éstos a facilitarlos- que permitan la identificación de quien esté realizando la conducta vulneradora tanto para la parte receptora de contenidos (usuario de internet) como emisora de contenidos (páginas web) para aplicar la ley y restringirle el acceso a internet. Supongo que en principio a los receptores no les harán nada y se centrarán en los proveedores así como un policía no persigue tanto a los drogadictos como a los camellos.

En cuanto a los beneficiarios de esta "protección", los artistas, hay división de opinión. Para la mayoría de los artistas internet es un sitio donde compartir y dar a conocer su obra y sin tener que pagar una desorbitada cantidad necesaria para una promoción en radio, tv etc... Para otros internet es un sitio donde unos muertos de hambre le hacen la guerra de guerrillas y les roban cuota de mercado y protagonismo. No penseis que a ninguno de este segundo grupo le fastidia que alguien se baje su música puesto que eso bien saben que es promoción y de la mejor. Lo que pasa es que esta promoción está al alcance de todos, es democrática y comunista y ellos que tienen la sarten por el mango desde hace muchos años no les hace ni pizca de gracia tener que competir de igual a igual y con el arte como único argumento con el primer grupo. ¿Quienes son? Adivinadlo.



La cosa está así, un gobierno socialista (por tanto comunista), de izquierdas que es presidido por un presidente que se califica a sí mismo como "rojo" nos ha colado de la noche a la mañana (la del 30 de noviembre concretamente), sin avisar y pasándose por el forro varios años de negociación y debate legal y ético, el quinto punto del artículo 8.1 de la Ley de servicios de la sociedad de la información el cual da poder al órgano censor más potente y activo en la actualidad de nuestro país via libre para custodiar y cercenar a su antojo la herramienta de conocimiento libre, comunidad y esperanza más potente y activa que la humanidad ha conocido jamás. Así está la izquierda.

Reflexión personal que me gustaría transmitir: Estamos jodidos.

En una próxima entrega de una nueva sección de este blog que se llamará "Mecanismos Modernos" exploraremos el concepto de copyright y propiedad intelectual, qué es como funciona, a quien beneficia y a quien perjudica.

Ahora Teddy Bautista y, por qué no Zapatero de su mano, podrán cantar más alto que nunca aquello de get on your knees.....

martes, 27 de octubre de 2009

Malditos Bastardos



No suelo comentar (ni saber) de cine pero la última de Tarantino me ha animado a hacerlo.
La primera referencia que tuve de ella fue por un amigo que sabiendo mi afición al cine tarantinesco me dijo "¿Te has enterado de la última de tarantino? El argumento es brutal, un grupo de judios siembra el pánico entre las tropas nazis durante la ocupación francesa". Joder! Pensé, va a salpicar la sangre hasta las butacas. Carnaza para el público contra unos conocidos enemigos públicos. Venganza. Odio. Un nuevo apaleamiento público, el enésimo ya a los nazis por parte de los americanos. ¿Necesario? Seguramente no.

Fui al cine no esperando gran cosa de esta película, esperando tal vez un nuevo ejercicio de estilo como su anterior "Death Proof", y sobre todo mucha, mucha sangre, odio y visceras.

....

Salgo del cine y mi cabeza va a mil. Me esperaba un baño de sangre sin sentido, desordenado y que al final muera hasta el apuntador, algo lijerito y brutal para no tener que pensar mucho y me encuentro con una película sorprendentemente mansa y uno de los mejores guiones (o el mejor, que me perdone Pulp Fiction), más imaginativos y comprometidos que le he visto a Tarantino. Grandiosa es la crítica que hace a la violencia a través de la propia violencia, la incitación a la verguenza a través del orgullo y el repaso de conciencias que hace a los espectadores, a los que nos llama sencillamente "cabrones vergonzantes".

Quien en este momento piense que está a punto de empezar una paja mental puede irse a ver la tele. Quien no la haya visto también.

La primera secuencia de la película es uno de esos dialogos que nos meten la tensión en la boca y la vamos masticando durante interminables minutos al tiempo que se va haciendo cada vez más dura, amarga e insoportable. Marca de la casa. Esta vez conducido por uno de los highlights de la película, el coronel Hans Landa (Cristoph Waltz) un oficial de las SS que con su extrañamente cálida sonrisa se zampa al espectador desde el minuto uno.



La trama argumental y sin querer entrar mucho en detalle cuenta la historia de una chica, Eli (Melanie Laurent), a la que los nazis le han matado la familia cuando era niña y ahora dirige un coqueto cine en Paris con la ayuda de su noviete (por cierto negro). De ella se enamora un joven y apuesto oficial nazi Fredrick (Daniel Brühl) que es una especie de heroe nacional porque en un asedio aliado se cargó él solo a sesenta y tantos soldados enemigos. La cosa es que el chaval ha llegado a protagonizar una película sobre su gesta y ésta quiere ser promocionada por joseph Goebbels (Sylvester Groth), ministro de cultura/propaganda del Reich, para dar ejemplo a las tropas. La película se llamará "el orgullo nacional".

Por impresionar a su amada Fredrick convence a Goebbels para que el estreno se produzca en su sala de cine y así aumentar el prestigio del negocio de Eli. Al final esto se produce y al estreno se espera que vaya hasta el mismísimo Hitler. Eli lo ve claro, llegó el momento de la venganza. en mitad de la película, con el cine rebosando de nazis, cerrará el cine a cal u canto y prenderá fuego a todos.

Por otro lado un grupo de paramilitares (los bastardos) comandados por el díscolo Aldo Raine alias "Aldo el Apache" (Brad Pitt) y cuya función es matar a todos los nazis que puedan, se enteran del evento no sin antes torturar y matar a unos cuantos nazis y planean asaltar el cine colocando unas bombas para hacer saltar por los aires a ese nido de altos oficiales nazis. Conociendo a Tarantino ya os imaginais como acabará todo. El simpático Hans Landa que es el encargado de la seguridad del evento y muy listo descubre todo y en su mano estar abortar ambos planes de destrucción pero en un giro inesperado decide pactar una rendición personal con los aliados, dejar arder a sus compatriotas (Hitler incluido) y terminar la guerra.

El climax de la película llega cuando los oficiales nazis disfrutan en el cine viendo como uno de ellos dispara y masacra a decenas de enemigos aliados, la manada alemana en el cine se ríe a carcajadas y enorgullece de este patriota que da su merecido de forma sangrienta a sus enemigos. Durante toda la película yo me había estado riendo de como los bastardos de Aldo hacían lo propio con sus enemigos nazis.

La analogía es clara. En ese momento me siento como un sucio bastardo que no es mejor que los nazis que sonrien despiadadamente viendo la película (de la película), que Tarantino me ha engañado para hacerme darme cuenta que cuando usamos la violencia todos somos igual de malos y la única diferencia es el color del cristal con que se mire. Llego incluso a pensar que el nombre que Tarantino le da al grupo paramilitar y a la película "Inglorious Basterds" que mejor traducido sería "cabrones vergonzantes" no es casual y que eso nos lo llama a nosotros cabrones insensibles que vamos al cine a ver como unos matan a otros. Tarantino remata el film metiendonos fuego a todos (ellos y nostros) o a nuestras actitudes.

Es un tema tambien recurrente en el cine de Tarantino. La violencia solo engendra más y peor violencia. Es por esto que al final en sus películas de gansters mueran todos, lo curioso es que aquí se ha buscado la manera de meternos tambien a nosotros.

Tambien habría que fijarse en cómo trata el aparato propagandístico nazi a través del ministerio de cultura o del entertaiment, muy similar se me antoja al americano o al español. Otra moraleja: Cuando la cultura es financiada por la política corre mucho riesgo de convertirse en propaganda.

Pues si, al final creo que esta película tiene mucha forma pero también mucho fondo.

viernes, 24 de julio de 2009

El canal triste


Escribo de Blue Channel con gran nostalgia. Primero porque aunque ya extintos desde hace años los recuerdo como uno de los mejores grupos cordobeses (y españoles por qué no) que he visto pisar un escenario y segundo porque son uno de esos grupos que me enseñaron cosas.

Su formación más estable y longeva contaba con Félix Valderrama cantante y guitarra, Javier Botias guitarra principal, un greñudo Manolo Gordillo al bajo y Paco "el loqui" a la batería. Ésta era la formación básica porque después en el escenario siempre contaban con la colaboración de 2 ó 3 músicos más que solían encargarse de tocar alguna capa más de guitarras y sintes y con la que Blue Channel lograban un sonido realmente denso y profundo.

Estilísticamente Blue Channel bebían del kraut-rock, space-rock y el post-rock, canciones de largos desarrollos llenas de matices en todo momento, envueltas casi siempre en marañas de guitarra y sostenidas en un manto de sintetizadores monocordes.

Digo que me enseñaron algo porque me hicieron ver que para ser bueno en algo tienes que mirarte dentro y sacar lo que haya sin importarte el qué dirán e intentarte gustar más a ti que a los demás. A mí en concreto desde que empecé a aplicar esto me fue mejor.

Nunca pasaron del circuito provincial cordobés, esto es que tocaron en Córdoba capital y en todos los pueblos de la provincia que os podáis imaginar, recuerdo conciertos veraniegos en pueblos donde los vejetes del lugar llenaban la plaza de sillas traídas de sus casas para ver al "conjunto" este raro que tocaba esa noche. Imaginaros la estampa.

Una vez los llamaron para tocar en la caseta municipal de la feria de Córdoba, hartos ya de tocar para gente que les pedía éxitos de Ricky Martin y similares decidieron tocar 45 minutos de un desarrollo con una sola nota para subyugar al personal. Recuerdo la cara con la que miraba la gente, todos perplejos y sin apartar la mirada del grupo durante toda la actuación, parecía que un platillo volante estaba aterrizando sobre el escenario. Cuando Manolo movió el dedo (llevarían unos 35 minutos de actuación) del LA al MI en el bajo hubo una explosión de Júbilo en el público. Normal.

Blue Channel, uno de esos grupos que nunca fueron famosos ni lo pretendieron pero fueron un gran grupo, de los que normalmente uno no se encuentra entre los famosos.

martes, 20 de enero de 2009

Ashley

Toma mi mano y guíame a Dolores
Y abandóname en la calle
Supongo que fue por los dos

¿En qué estás pensando, Ashley?
¿En quién estás soñando, Ashley?
Vienes del cielo, Ashley

Me dejas dormir y respirar
donde necesito
Y engañas a mi corazon para
pensar que podría haberte tenido

Toma éste corazón machacado
Y cárgamelo a la espalda
Demasiado peso encima
Varado en mar abierto
Espero allí deseando que
vuelvas a verme

Ashley....

dodos